Las mañanas son el mejor momento para la salud mental: por qué
El bienestar mental varía según la hora del día, la estación y el día de la semana, siendo la medianoche el momento más crítico
Tener salud mental no es simplemente la ausencia de un trastorno mental, según los CDC. Crédito: SewCream | Shutterstock
Un reciente estudio publicado en BMJ Mental Health ha revelado que la salud mental y el bienestar fluctúan significativamente a lo largo del día, con un patrón que muestra que las personas generalmente se sienten mejor en la mañana y experimentan un deterioro progresivo en su estado de ánimo hasta alcanzar el punto más bajo alrededor de la medianoche.
Este hallazgo, basado en el análisis de datos de más de 49.000 personas, sugiere que los ritmos biológicos y las rutinas diarias juegan un papel crucial en el bienestar psicológico.

La investigación, realizada por el University College de Londres, analizó información recopilada entre marzo de 2020 y marzo de 2022 como parte del Estudio Social COVID-19. Utilizando encuestas validadas para medir niveles de felicidad, satisfacción con la vida, propósito, ansiedad y síntomas depresivos, los investigadores identificaron patrones claros en la forma en que el estado de ánimo cambia con el tiempo.
Según los datos, el bienestar suele ser mayor en la mañana, con menor incidencia de síntomas depresivos y de ansiedad, mientras que al llegar la medianoche las personas reportaban sentirse más solas y con menor satisfacción general con sus vidas.
Además de los cambios a lo largo del día, la investigación identificó variaciones estacionales y semanales en la salud mental. Durante el invierno, los niveles de felicidad y bienestar general fueron más bajos en comparación con el resto del año, mientras que el verano se asoció con una mejora significativa en todos los indicadores evaluados.
En cuanto a los días de la semana, los investigadores observaron una tendencia a mayores niveles de satisfacción los lunes y viernes, mientras que los domingos parecían ser el día más desfavorable para el estado de ánimo. Curiosamente, aunque la felicidad fluctuaba a lo largo de la semana, la soledad no mostró diferencias significativas entre los distintos días.
El reloj biológico y el estado de ánimo
El estudio también destacó que, si bien la pandemia de COVID-19 tuvo un impacto negativo en la salud mental global, hubo una tendencia de mejoría desde 2020 hasta 2022.
Sin embargo, los investigadores advierten que, debido a la naturaleza observacional del estudio, no es posible establecer una relación causal directa entre los factores analizados y la variación en el bienestar emocional.

Además, aspectos como la latitud, el clima y los patrones de sueño individuales no fueron considerados en el análisis, lo que podría influir en la interpretación de los resultados.
Los hallazgos sugieren que el reloj biológico podría desempeñar un papel importante en la regulación del estado de ánimo. Por ejemplo, el cortisol, una hormona clave en la respuesta al estrés, alcanza su nivel máximo poco después de despertarse y disminuye progresivamente hasta llegar a su punto más bajo en la noche.
Sin embargo, el hecho de que los cambios en el bienestar a lo largo del día se mantuvieran constantes independientemente de la estación del año sugiere que otros factores, como la rutina diaria y las interacciones sociales, también podrían estar influyendo en estos patrones.
Los autores del estudio destacan la importancia de considerar estos hallazgos en la planificación de servicios de salud mental y en la implementación de estrategias de intervención. Dado que el bienestar emocional tiende a ser más bajo alrededor de la medianoche, a mitad de semana y durante el invierno, los investigadores sugieren que los recursos y servicios de salud mental deberían ajustarse para responder a estas fluctuaciones. Además, recomiendan que futuras investigaciones profundicen en el impacto de factores ambientales y socioculturales, como el clima y las festividades, en la salud mental.
Este estudio aporta una nueva perspectiva sobre la forma en que el bienestar psicológico cambia a lo largo del tiempo y refuerza la necesidad de adaptar la atención en salud mental a los ritmos biológicos y sociales de las personas.
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