Cómo saber si consumes mucha sal: 4 señales que arroja tu cuerpo
Te compartimos las señales que arroja el cuerpo cuando hay un consumo excesivo de sal, respaldadas por expertos en salud pública
La Asociación Estadounidense del Corazón (AHA) establece una guía: no más de 2,300 mg de sodio al día, con una recomendación ideal de reducirlo a unos 1,500 mg. Crédito: AnnaStills | Shutterstock
Detrás de su capacidad para realzar el gusto, la sal esconde un riesgo silencioso para nuestra salud. Según la istración de Alimentos y Medicamentos (FDA), más de 4 de cada 10 adultos en Estados Unidos enfrentan el desafío de la presión arterial alta, una condición directamente relacionada con el consumo excesivo del ingrediente de cocina.
El doctor Raj Dasgupta, experto en medicina interna, neumonología y cuidados intensivos, subraya que, aunque el sodio es un electrolito vital para la absorción de agua en el cuerpo, su consumo excesivo eleva el riesgo de sufrir un infarto o un derrame cerebral.
Afortunadamente, tu cuerpo puede advertirte sobre un consumo desmedido, y aunque no es lo ideal (porque son síntomas), te ofrece la oportunidad de revertir el hábito.
4 señales que arroja tu cuerpo cuando abusas de la sal
1. Orinas con mucha frecuencia
Si el exceso de sodio puede derivar en problemas renales y la formación de cálculos, no es de extrañar que uno de los signos más comunes sea una necesidad frecuente de ir al baño.
El doctor Raj Dasgupta explica que tus riñones se ven obligados a trabajar más intensamente para eliminar el exceso de sal, lo que se traduce en viajes más recurrentes al sanitario.
2. Te invade la sed
Imagina el proceso de amasar: necesitas el equilibrio perfecto entre harina y agua para lograr la consistencia deseada. Algo similar ocurre en tu cuerpo con la sal y el agua.
El doctor Dasgupta señala que un consumo excesivo de sal provoca un desequilibrio que te obliga a necesitar más agua para diluirla. Esta necesidad se manifiesta como una sed intensa.
3. Migraña
Investigaciones publicadas por la Universidad de Cambridge han revelado una conexión entre un alto consumo de sodio y la aparición de dolores de cabeza intensos. Sin embargo, es fundamental descartar otras posibles causas de la migraña.
4. Insomnio
Aunque pueda parecer sorprendente o rebuscado, los efectos del sodio en la calidad del descanso han sido objeto de estudio por más de cuatro décadas.
La doctora Jaclyn Leong, internista del Susan Samueli Integrative Health Institute, parte de UCI Health, indica que la dificultad para conciliar el sueño, una disminución en la fase REM y un aumento de la vigilia pueden ser indicativos de muchas causas, pero indudablemente pueden asociarse con un alto consumo de sodio.
La Asociación Estadounidense del Corazón (AHA) establece una guía: no más de 2,300 mg de sodio al día, con una recomendación ideal de reducirlo a unos 1,500 mg. No obstante, el estadounidense promedio suele consumir alrededor de 3,500 mg, una cifra que nos pone en la mira de graves consecuencias.
Sustitutos de la sal para tus comidas
Existen alternativas deliciosas y saludables para realzar tus platos, sin la necesidad oblitatoria de añadir sal. Te mostramos algunas:
- Hierbas frescas y especias: Orégano, albahaca, tomillo, romero, perejil, cilantro, pimentón, comino, ajo en polvo, cebolla en polvo. Estas añaden profundidad y aroma sin el sodio.
- Jugo de limón o lima: Un toque cítrico puede levantar el sabor de pescados, ensaladas y verduras.
- Vinagres: Vinagre de manzana, vinagre balsámico o vinagre de vino tinto pueden aportar acidez y complejidad a tus comidas.
- Levadura nutricional: Con un sabor que recuerda al queso, es una excelente opción para espolvorear sobre palomitas de maíz, pastas o verduras asadas. Un paquete de 450 gramos puede costar alrededor de $10.99.
- Mostaza sin sodio: Algunas variedades de mostaza ofrecen un sabor robusto sin el contenido de sodio.
- Algas marinas: Nori o dulse deshidratadas y trituradas pueden dar un toque umami salado a tus platillos.
