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¿Son seguras las fórmulas para bebés? Esto es lo que debes saber   

La FDA inició una revisión profunda de la leche para bebés con el propósito de evaluar sus ingredientes y garantizar su calidad nutricional 

Fórmulas lácteas para bebés

La Operación Velocidad Cigüeña revisará la presencia de azúcares añadidos y sustancias nocivas en las fórmulas para bebés  Crédito: Shutterstock



El secretario de Salud de Estados Unidos, Robert F. Kennedy Jr., le ordenó recientemente a la istración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés) realizar una revisión profunda de las fórmulas lácteas para bebés, con el objetivo de evaluar los nutrientes y los componentes opcionales, presentes en estos productos.

Este operativo, denominado “Operación Velocidad Cigüeña”, marca la primera evaluación exhaustiva a los componentes de la fórmula para bebés desde 1998. 

Dentro de las regulaciones, se incluirá un aumento de las pruebas para detectar metales pesados y otros contaminantes, en respuesta a estudios recientes como el de Consumers Reports  (publicado en marzo de 2025), que detectó niveles potencialmente peligrosos de plomo y arsénico en algunas fórmulas en polvo para bebés ampliamente comercializadas. 

Según los especialistas,  estas sustancias  pueden causar graves problemas neurológicos y aumentar el riesgo de cáncer a largo plazo en niños pequeños.

Otro de los propósitos que se buscan con estas revisión exhaustiva de la leche de fórmula es investigar sobre el impacto de los azúcares añadidos como la glucosa y los sólidos del jarabe de maíz, pues la evidencia sugiere que estos azúcares pueden estar relacionados con el aumento de peso. 

Así deben ser las fórmulas lácteas, según expertos

Las fórmulas lácteas infantiles son clave para la nutrición en Estados Unidos. Según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), cerca del 75% de los bebés estadounidenses consumen fórmula durante sus primeros seis meses de vida, y alrededor del 40% dependen exclusivamente de ella.

Estos productos generalmente se elaboran a partir de leche de vaca o de soya, que ha sido tratada para ser más parecida  a la leche materna.  

De acuerdo con los estándares de la FDA, la  fórmula para bebés debe contener 30 nutrientes específicos, con niveles mínimos para todos y niveles máximos para 10 de ellos y en su composición deben equilibrar las calorías de proteínas, carbohidratos y grasas de manera similar a la leche materna.

En ese sentido, organizaciones especializadas como la Academia Americana de Pediatría, hacen énfasis en la importancia de incorporar la lactosa (el carbohidrato predominante en la leche materna) y un nutriente esencial para los lactantes. 

Pese las recomendaciones de los especialistas,  según una investigación reciente de la Universidad de Kansas, la mayoría de las marcas producidas en Estados Unidos contienen principalmente azúcares agregado (solo 5 de las 73 fórmulas analizadas en 2022 contenían entre un 70% y un 90% de lactosa natural.)

Este estudio refuerza la hipótesis de que los bebés alimentados con fórmula tienen un riesgo hasta tres veces mayor de aumento rápido de peso.

Frente a los posibles efectos de los azúcares añadidos,  los especialistas insisten en incorporación de la lactosa, debido a todos los beneficios que aporta a los bebés, entre los que podemos destacar los siguientes:

  •  Es fuente de energía: la lactosa se descompone en glucosa y galactosa, proporcionando la energía necesaria para el rápido crecimiento y desarrollo del bebé, incluyendo el desarrollo cerebral.
  •    Favorece la absorción de minerales: la lactosa facilita la absorción de minerales importantes como el calcio y el magnesio, esenciales para el desarrollo óseo.
  •   Mejora la salud intestinal: la lactosa tiene un efecto prebiótico, es decir, promueve el crecimiento de bacterias beneficiosas (como las bifidobacterias) en el intestino del bebé. Esto contribuye a una flora intestinal sana, lo cual es crucial para la digestión, la función inmunológica y la prevención de infecciones.

Adicionalmente, tanto la FDA como los Centros Para el Control y Prevención de Enfermedades, instan a padres y cuidadores a no optar por fórmulas lácteas hechas en casa, pues estas no atraviesan los debidos controles sanitarios para garantizar su calidad y seguridad. 

En esta nota

Centro para el Control de Enfermedades (CDC)
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