Toyota alerta sobre el impacto real de los autos eléctricos
Akio Toyoda advirtió que los vehículos eléctricos no siempre representan una solución ecológica. Subrayó que “los EV nunca superarán el 30% del mercado global”
Toyota Prius 2025, innovación en cada detalle. Crédito: Toyota. Crédito: Cortesía
En esta industria que parece tener su rumbo marcado hacia la electrificación total, la voz de Akio Toyoda suena distinta.
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El presidente de Toyota, una de las compañías más influyentes del mundo automotor, ha vuelto a expresar sus reservas frente al entusiasmo casi unánime por los vehículos eléctricos (EV). En una reciente intervención, el ejecutivo japonés cuestionó si realmente los EV son tan sostenibles como se afirma.
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Según Toyoda, el problema no está en los vehículos en sí, sino en el contexto en el que se usan. “Si Japón hubiera producido nueve millones de carros eléctricos, las emisiones de carbono habrían aumentado, no disminuido”, afirmó.
El motivo: aproximadamente el 70% de la electricidad en Japón proviene de fuentes fósiles como el carbón y el gas. En esas condiciones, explicó, “un EV emite tanto CO2 como tres híbridos cuando se carga con electricidad generada a partir de combustibles fósiles”.
Estas declaraciones no son nuevas en el discurso del líder de Toyota, pero cobran fuerza en un momento en que muchos gobiernos impulsan con fuerza la electrificación mediante subsidios y regulaciones.
Para Toyoda, la imposición acelerada de esta tecnología podría generar consecuencias no deseadas: más emisiones en ciertas regiones y pérdida masiva de empleos en la industria tradicional del motor.
Los híbridos, aún con vida útil
Lejos de rechazar la necesidad de una transición energética, Toyoda apuesta por un enfoque más flexible. Toyota, vale recordarlo, fue pionera en electrificación con el lanzamiento del Prius en 1997, un modelo que ha superado las 27 millones de unidades vendidas en todo el mundo.
Hoy, el fabricante defiende la vigencia de los híbridos enchufables (PHEV) y convencionales (HEV), especialmente en mercados donde la matriz energética sigue siendo altamente contaminante.
Esta posición ha generado críticas de sectores ambientalistas y de competidores directos, pero Toyoda respalda su argumento con estudios concretos.
Uno de ellos, elaborado por el Consejo Internacional de Transporte Limpio (ICCT), concluyó que en países como Polonia, India o el mismo Japón, los vehículos eléctricos pueden tener una huella de carbono hasta un 50% mayor que los híbridos, debido a la composición de sus redes eléctricas.
El propio fabricante cuenta con datos que refuerzan esta perspectiva. El Aygo X, el modelo urbano más pequeño de Toyota, es promocionado como el “auto no enchufable con menor emisión de CO₂ del mercado”, con un promedio de apenas 93 g/km.
Para Toyoda, esto es evidencia de que aún existe margen para mejorar los motores de combustión interna en paralelo al desarrollo de nuevas tecnologías.
Diversificación como estrategia
Frente a la ofensiva eléctrica liderada por fabricantes como Tesla o BYD, Toyota se muestra prudente.
En lugar de volcarse completamente hacia una sola tecnología, ha optado por una estrategia multivía: mantener su liderazgo en híbridos, explorar el hidrógeno, mejorar la eficiencia de los motores térmicos y lanzar eléctricos con mesura.
En 2023, la compañía japonesa vendió 10.5 millones de vehículos, consolidándose como el mayor fabricante del mundo por quinto año consecutivo. Este éxito se apoya en una gama equilibrada:
- Híbridos consolidados: Modelos como el Prius 2024 y el RAV4 Hybrid continúan liderando ventas en mercados exigentes como Estados Unidos y Europa.
- Eléctricos con cautela: Toyota lanzó el bZ4X, su primer SUV 100% eléctrico, desarrollado junto a Subaru. También el Lexus RZ, más orientado al segmento . Aun así, la producción de estos modelos es moderada.
- Hidrógeno en desarrollo: Aunque el sedán Mirai no ha tenido éxito comercial, la marca insiste en esta tecnología. Junto a BMW, proyecta lanzar un vehículo eléctrico de hidrógeno hacia 2028.
- Combustibles alternativos: Además del hidrógeno, Toyota trabaja con combustibles sintéticos de bajas emisiones, como otra vía para descarbonizar sin eliminar el motor de combustión.
Un mercado que no es uniforme
Toyoda insiste en que una estrategia única para todos los países es un error. “El futuro incluye hidrógeno, combustibles sintéticos y motores de combustión mejorados”, aseguró. Desde su perspectiva, el contexto energético local debe determinar el tipo de tecnología que se promueve.
En otras palabras, lo que funciona en Noruega —donde casi toda la electricidad proviene de fuentes renovables— no puede aplicarse igual en India o Sudáfrica, donde las termoeléctricas a carbón siguen siendo la base del sistema eléctrico.
Por ello, el presidente de Toyota no comparte la visión de una electrificación total en las próximas décadas. “Los EV nunca superarán el 30% del mercado global”, sentenció.
A su juicio, obligar al mercado a seguir esa ruta sin atender la realidad energética y económica de cada región puede ser contraproducente para el medio ambiente y para la industria automotriz en su conjunto.
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