Volkswagen empezó a probar el ID.2, su modelo más crucial
Volkswagen comenzó a probar en carretera abierta el modelo eléctrico más trascendental de su estrategia: el ID.2, concebido para ser asequible y eficiente
Volkswagen. Crédito: Volkswagen. Crédito: Cortesía
La transición hacia una movilidad más limpia no solo exige visión tecnológica, sino también productos capaces de conquistar al público masivo. Eso lo entiende muy bien Volkswagen, que acaba de poner en marcha las primeras pruebas dinámicas del vehículo que podría redefinir su oferta: el Volkswagen ID.2, un compacto eléctrico pensado para ser el modelo de entrada a la gama de cero emisiones de la firma alemana.
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Aunque aún no ha sido revelado oficialmente, el ID.2 representa un punto de inflexión estratégico. A diferencia de otros modelos eléctricos que apuntan a nichos específicos, este ha sido concebido para llegar al gran público, tanto por su formato como por su precio.
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En Europa, Volkswagen apunta a que su precio de partida será inferior a los 25.000 euros (aproximadamente $27,000 dólares), lo que lo ubicaría como uno de los modelos eléctricos más accesibles del mercado.
La idea detrás del ID.2 no es nueva, pero sí ha sido refinada. Volkswagen busca replicar el éxito de modelos como el Golf o el Polo, pero en clave eléctrica.
Según ha trascendido, el ID.2 tendrá las dimensiones de un Polo, pero ofrecerá el espacio interior de un Golf, un punto que será clave para el cliente urbano europeo que desea versatilidad sin comprometer confort o autonomía.
Un coche disfrazado, pero revelador
Durante los últimos días, diversos medios especializados han captado imágenes de un prototipo circulando en las cercanías del circuito de Nürburgring, Alemania. Aunque camuflado con una carrocería similar a la del Polo actual, los detalles no han pasado desapercibidos.
El modelo exhibe un frontal con voladizo más corto, nuevos parachoques, un portón trasero específico y luces traseras más pequeñas. A ello se suma la total ausencia de ruido del motor, una pista clara de que se trata de un vehículo eléctrico en fase de pruebas. A pesar del intento de Volkswagen por ocultar su identidad, los expertos coinciden en que se trata del ID.2.
Las pruebas en entornos reales permitirán afinar los últimos detalles antes de su debut oficial, previsto para septiembre de 2025 durante el Salón del Automóvil de Múnich. El lanzamiento comercial se espera poco después, con entregas posiblemente iniciando antes de que finalice el año.
Volkswagen ID.2, diseñado para gustar
Una de las claves del desarrollo del ID.2 ha sido el enfoque en el diseño. Para Volkswagen, no basta con que el coche sea funcional o barato: debe ser también atractivo y coherente con la evolución estética de la marca.
Andreas Mindt, jefe de Diseño de Volkswagen, expresó al medio británico Autocar su entusiasmo por el resultado obtenido. En sus propias palabras: “Es incluso mejor de lo que esperábamos. Por ello, es un producto que me gusta mucho y es una de las razones por las que soy tan optimista sobre nuestro futuro”.
Estas declaraciones no solo reflejan confianza interna, sino también la importancia simbólica que tiene este modelo para el futuro eléctrico del grupo. El ID.2, más allá de un nuevo coche, es un manifiesto de intenciones.
Plataforma optimizada y prestaciones clave
Aunque todavía no se han revelado todas las especificaciones, se espera que el ID.2 esté construido sobre una versión acortada de la plataforma MEB que ya emplean otros modelos eléctricos del grupo, como el ID.3 e ID.4.
Dicha arquitectura permite un suelo plano y una distribución del peso optimizada, elementos que favorecen tanto el espacio como el comportamiento dinámico.
En cuanto a cifras, los primeros reportes apuntan a una autonomía cercana a los 400 kilómetros bajo el ciclo WLTP, lo que lo hace competitivo en su segmento. La potencia estimada ronda los 150 caballos de fuerza, suficiente para el uso diario urbano y periurbano.
De confirmarse estos datos, Volkswagen estaría ofreciendo un modelo de gran eficiencia y practicidad, con un rango que cubre las necesidades del 90% de los desplazamientos típicos de un conductor promedio en Europa.
Un arma para competir en el segmento más difícil
El segmento de a los eléctricos sigue siendo uno de los más difíciles de conquistar. Marcas como Dacia con su Spring, Renault con el futuro R5, y varias firmas chinas están apostando por esa franja de mercado. Volkswagen, con el ID.2, espera recuperar el terreno que otros han empezado a ganar.
La clave para lograrlo estará en el equilibrio entre precio, calidad y percepción de marca. Si el ID.2 logra posicionarse como un coche sólido, confiable y visualmente atractivo por debajo de los 25.000 euros (unos $27,000 dólares), podría convertirse en un pilar de ventas para la compañía en los próximos años.
También será crucial su disponibilidad en los mercados emergentes y la capacidad de Volkswagen para escalar su producción rápidamente, algo que el grupo ya ha comenzado a preparar.
La decisión de salir a probar el ID.2 en entornos reales indica que Volkswagen está cada vez más cerca de tener listo el producto final. Estos ensayos permitirán identificar posibles ajustes antes de entrar en la recta final hacia su presentación oficial.
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